¿Cómo estás?,
estas líneas tenía que escribirte
para expresarte mi aflicción por demasiado amarte.
Hace poco te vi que conversabas con tus compañeros
e ilusionado esperé el día entero,
deseando que tu quisieras hablar conmigo también.
Sentado, miraba la puesta del sol
y mis esperanzas se apagaron,
cuando palpé la fresca brisa de la noche...
pero nunca llegaste.
Triste a veces te veía
y el corazón me dolía al verte así,
¡¡¡Tanto sufrimiento, Amor mío!!!
por una insensata persona
que NO valoró tus sentimientos.
Igual sufría cuando me ignorabas
y de tristeza mi corazón llenabas,
cada vez que él te abrazaba y besaba.
Espero que la vida te haya enseñado
que nada de lo que posee el hombre
física y materialmente sirve,
si es que no te ofrece un Amor puro y verdadero.
Hablar y caminar juntos quisiera
por la extensa orilla del mar,
y que el agua, arena, la brisa y el sol
sean fieles testigos de nuestro Amor.
Las horas son largas cuando no estás,
cierro mis ojos y en mis brazos te vuelvo a sentir,
ni siquiera puedo dormir por pensar en ti;
y así dicen que la distancia es el olvido
pero no lo creo, porque siento que cada día te Amo más.
Me hace falta tocar tus delicadas manos,
tenerte en mis brazos, besarte al son del silencio,
sentir el calor de tu cuerpo y que sólo existes para mí.
Por la ciudad, montes, ríos y riberas iré gritando
que una linda amiga con ojos café
con labios frágiles y con dulces encantos,
logró arrebatarme mis memorias y mis sentidos
y sólo sus besos podrán detener
los latidos de mi corazón.
Ahora, siento en carne propia,
lo que algún día me dijeron:
el amor que sientas por una gran amiga
a veces quedará en el SILENCIO.
