Hace tanto tiempo mi corazón
vivía en el dolor, en el olvido;
y jamás el destino
me dió la respuesta del porqué;
ahora,
apareciste en mi vida
y me curaste las heridas,
“eres mi luna, eres mi sol”.
Vivía un mundo de ilusión,
en la cual estaba desahuciado,
estaba privado de esperanza,
vivía sin sentido,
pero llegaste tú,
iluminaste mi vida,
“eres mi luna, eres mi sol”.
Caminaba por las calles
alimentándome de sólo romances,
pensando así olvidar
los paradójicos sentimientos de mi pasado;
apareciste con tu corazón luminoso
para resplandecer mi vida,
“eres mi luna, eres mi sol”.
Todas las noches
mis sueños y esperanzas
carecían de luz, de sentido;
eran como aquella ave
como si cruzara el mar
con las alas rotas;
eran como ver
aquel ocaso del atardecer
opacado por las nubes;
pero apareciste tu,
con tu fulgurante amor,
para alumbrar mi vida,
“eres mi luna, eres mi sol”.
No tenía nada hasta hoy
y hoy tengo la gloria de tu amor;
eres mi sol que cura el frío,
eres mi eternidad y salvación,
viviré siempre a tu lado con tu luz;
moriré estando a tu lado,
eres mi bendición.
Elaborado por: Fernando Rogelio S. A. © - Mayo 2011