Ser el cofre de tus lágrimas
que emanan vuestros resplandecientes ojos,
y navegan por tus mejllas,
alivia el dolor de mi corazón;
un corazón que al tuyo, le exclama:
“muero por ir a secar tus lágrimas
y decirte ojitos bellos no llores más por favor;
mira que esa carita tan dulce que tienes
no deseo verla marchitar”
que emanan vuestros resplandecientes ojos,
y navegan por tus mejllas,
alivia el dolor de mi corazón;
un corazón que al tuyo, le exclama:
“muero por ir a secar tus lágrimas
y decirte ojitos bellos no llores más por favor;
mira que esa carita tan dulce que tienes
no deseo verla marchitar”
Ser el cofre de tus lágrimas
que se mezclan con el néctar de tus labios,
y naufragan lentamente en vuestra boca,
calma la tristeza de mi corazón;
un corazón que al tuyo le dice afectuosamente:
“muero por hacerte sonreír
y quitarte un poquito de melancolía
al regalarte una dosis de alegría;
muero por estrecharte entre mis brazos
y decirte amiga y vida mía aquí estoy,
haciéndote sentir mi calor;
calmando tu llanto con un vigoroso afecto
diciéndote te quiero y nunca me iré de tu lado”.
que se mezclan con el néctar de tus labios,
y naufragan lentamente en vuestra boca,
calma la tristeza de mi corazón;
un corazón que al tuyo le dice afectuosamente:
“muero por hacerte sonreír
y quitarte un poquito de melancolía
al regalarte una dosis de alegría;
muero por estrecharte entre mis brazos
y decirte amiga y vida mía aquí estoy,
haciéndote sentir mi calor;
calmando tu llanto con un vigoroso afecto
diciéndote te quiero y nunca me iré de tu lado”.
Ser el cofre de tus lágrimas
que recorre cada milímetro de tu delicada piel,
mitiga la melancolía de mi corazón;
un corazón que rendido al tuyo le dice cariñosamente:
“me encantaría hacer mil cosas por calmar tu dolor
y me da tanta rabia al sentirme tan lejos de ti;
deseo cubrir de alegrías ahora mismo tu mundo
y que radiante nuevamente tu belleza salga a relucir;
te dejo mil besos de adoración
para aliviar tu tristeza en esta noche;
te derramo mis bendiciones sobre ti
y oro para que mi señor alivie tus penas;
para que de esta manera mañana al despertar
me regales tu hermosa mirada y sonrisa
y éstas vuelvan a ser
mi más grande fuentes de inspiración”.
que recorre cada milímetro de tu delicada piel,
mitiga la melancolía de mi corazón;
un corazón que rendido al tuyo le dice cariñosamente:
“me encantaría hacer mil cosas por calmar tu dolor
y me da tanta rabia al sentirme tan lejos de ti;
deseo cubrir de alegrías ahora mismo tu mundo
y que radiante nuevamente tu belleza salga a relucir;
te dejo mil besos de adoración
para aliviar tu tristeza en esta noche;
te derramo mis bendiciones sobre ti
y oro para que mi señor alivie tus penas;
para que de esta manera mañana al despertar
me regales tu hermosa mirada y sonrisa
y éstas vuelvan a ser
mi más grande fuentes de inspiración”.
Daría mi vida por secar tus lágrimas, calmar tu dolor,
y hacer de tu mundo un edén de felicidad;
seré calor cuando venga el frío,
seré la luz que vela tus sueños;
iré de tu mano para darte calor y cobijo en mis brazos;
y siempre que el mundo traiga dolor,
estaré ahí por ti.
y hacer de tu mundo un edén de felicidad;
seré calor cuando venga el frío,
seré la luz que vela tus sueños;
iré de tu mano para darte calor y cobijo en mis brazos;
y siempre que el mundo traiga dolor,
estaré ahí por ti.
Mientras tu alma sea débil,
la mía te ayudará a sostenerte;
hasta que por fin puedas vencer el dolor,
y aprendas a sonreír,
¡Tu, mi bello, hermoso sueño….!
la mía te ayudará a sostenerte;
hasta que por fin puedas vencer el dolor,
y aprendas a sonreír,
¡Tu, mi bello, hermoso sueño….!
Elaborado por:
Fernando Rogelio S. A. © - Junio 2010