Cada amanecer trae consigo la esperanza de encontrarte,
en cada mirada ajena busco un destello de tu alma.
Como un faro en la inmensidad del océano, mi corazón late,
esperando ser el refugio de tus sueños, el guardián de tu calma.
He caminado por senderos de amor efímero, buscándote sin cesar,
en cada rostro, una posibilidad; en cada despedida, una lección.
Aún en la multitud, siento la soledad, pues tú no estás,
y en mi pecho, un vacío que solo tu amor podría llenar con su canción.
En el lienzo de mi vida, he guardado un espacio para ti,
un rincón lleno de amor, risas y promesas por cumplir.
Te sigo esperando, con la fe intacta, con el alma abierta,
porque sé que el destino, en su momento perfecto, te traerá a mi puerta.
Y mientras tanto, te escribo versos que el viento lleva,
en cada palabra, un suspiro, en cada rima, una esperanza.
Te sigo esperando, amor desconocido, futura compañera de vida,
con la certeza de que, al final del camino, encontraré tu mirada.
- Anónimo -